Agradezco la colaboración al maestro Juan Carlos Velázquez Medina, consultor y experto en imagen pública.
Terminaron los procesos internos para definir a quienes serán las abanderadas para contender en las elecciones presidenciales del próximo año. (Dra.Claudia Sheimbaum Pardo y la Senadora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz) Las dos aspirantes representan distintas opciones, no solo política e ideológicamente sino en su esencia y personalidad, lo que cada una transmite.
Para conocer un poco más sobre lo que percibimos de cada una, mi amigo y experto en imagen pública, Juan Carlos Velázquez Medina, me compartió su opinión sobre los elementos básicos de la imagen y personalidad de las aspirantes:
LA IMAGEN PÚBLICA DE LAS ASPIRANTES.
“La Imagen Pública es la percepción compartida que provoca una respuesta colectiva unificada” (Víctor Gordoa). Al sumar la imagen, más la identidad, más el tiempo, nos dará lo más preciado que un político puede tener: “la reputación”. Para ser percibido como un o una líder ante la opinión pública, hay que evitar algunos de los siguientes errores más comunes de “imagen pública” en la política:
El primer gran error es “la falta de coherencia en los estímulos que emite el individuo”.La manera de interactuar de ambas contendientes no tiene mucho que ver con sus partidos, ni con sus contendientes el caso de la Dra. Sheimbaum los estímulos verbales y no verbales (lenguaje corporal y expresiones faciales) distan mucho del discurso “entusiasta y esperanzador” que desea dar.
Desafortunadamente su rictus facialno le permite “conectar“ con la gran mayoría, pues se percibe tensa y poco elocuente, aunque es hasta cierto punto, acorde con esa austeridad que proclama su partido Morena. Al contrario de la Senadora Xóchitl Gálvez R, cuya risa franca y sus expresiones elocuentes, le han ganado simpatías y provocan que la gente “le crea”.
Esto no coincide con los cánones a los que el PAN nos tenían acostumbrados (cuidadosos de las formas y de ser muy propios). Pero esta falta de conexión con el partido que la abandera, es lo que la ha ayudado a acercarse a sus simpatizantes y deslindarse de sus antecesores acartonados.
En la Imagen Verbal, encontramos que en la Dra. Sheimbaum, su respiración tiende a ser no diafragmal (por eso cambia el volumen al inicio y al final de cada frase larga) y a veces hace pausas muy largas lo que provoca que se pierda el interés. No trasmite casi ninguna emoción (exceptuando tristeza y enojo) y la alegría no se le percibe fácilmente. Sumando todo esto, provoca que sus discursos sean “planos y acartonados”. Sus palabras dicen una cosa pero su lenguaje verbal y corporal comunican lo opuesto.
La Senadora Xóchitl tiene un tema con la pronunciación de la “r”, pero no se le toma mucho en cuenta porque con la entonación que utiliza y las pausas cortas que hace, le ayudan para que su discurso se perciba fresco y ameno. Recordemos que en imagen pública es de vital importancia conectar al sentimiento de los personas más que a la razón. Las emociones siempre mueven. Entonces podemos preguntarnos: ¿Quién de las dos aspirantes transmite mas sentimientos y emociones?
Otro punto de suma importancia es la imagen no verbal, es decir: el lenguaje corporal y facial. Lo ideal es lograr sincronicidad en ambos rubros, que los gestos y ademanes coincidan con el discurso verbal para crear “empatía”. En este sentido, la Dra. Sheimbaum tiene ademanes suaves que distan mucho de transmitir decisión y seguridad. Si además pocas veces sonríe de manera franca o a carcajadas, no es fácil que la gente conecte con ella.
La Senadora Gálvez tiene la facilidad que sonríe a la menor provocación y eso elimina barreras para conectar con las audiencias. Sabe demostrar enojo y rabia cuando se requiere, por consiguiente, eso provoca que la gente la entienda fácilmente. También se percibe que es más visual (varios movimientos de manos y brazos al hablar) lo que hace que se adueñe de un escenario cuando se presenta.
Recordando un axioma de la imagen pública que aplica en la política: A mejor IMAGEN mayor poder de INFLUENCIA, nos hace suponer que la gran mayoría de las personas que votarán por ellas, se limitarán a lo más sencillo: “me gusta-no me gusta”,“me cae bien-no me cae bien”.
El próximo año en plena campaña electoral, la gran pregunta será: ¿cuál de las dos candidatas te gusta más?
En política, la percepción es realidad”.